La Piel
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano ¿Lo sabía? Posee múltiples funciones, como la protección; protege de bacterias, de sustancias químicas, y todos aquellos factores externos. Ayuda a regular la temperatura corporal.
Con el paso del tiempo, y conforme se va envejeciendo todo va cambiando, el cabello se llena de canas, no se tiene la misma destreza para realizar algunas acciones y aparecen en la piel, algunas arrugas.
Este último podría ser uno de los cambios más notorios, pero ¿Por qué pasa esto en la piel?
Hay muchos factores que se relacionan con los cambios en la piel, como el ambiente, la genética de cada persona, el tipo de alimentación que lleva o llevó a lo largo de su vida y el que tiene mayor influencia, el sol.
Al envejecer el organismo empieza a producir menos colágeno (que funciona dando elasticidad e hidratación a la piel) por lo que a grandes rasgos la piel se arruga, y se reseca.
Lo que significa que necesitará más atención y cuidados, siempre y cuando alguno de los consejos que mencionan abajo no estén contraindicados por el médico, de igual manera los productos que se utilicen siempre que sea posible deben ser consultados antes al médico o dermatólogo.
Hidratación y cuidados:
La hidratación es fundamental, y esta se logra inculcando en el adulto mayor el hábito de tomar agua (cuando no lo tiene) constantemente e incluir en su dieta frutas y verduras.
Además, en su diario vivir se debe procurar que se bañe todos los días evitando que sea con agua demasiado caliente, utilizando un jabón neutro si se pudiera, o algo suave para su aseo. Secar cuidadosamente y sin arrastrar con el paño para evitar lastimar su piel. Y posteriormente colocar una crema hidratante en todo el cuerpo. En el momento en que se realiza esto se puede aprovechar para masajear, ayudando también a la circulación.
Estar pendientes de que el adulto mayor no tenga las uñas largas, o algo en ellas que les pueda provocar daños en su piel.
Durante el día y cada vez que sea posible, realizarle masajes, ya sea en brazos, espalda, piernas, pies.
Un adulto mayor que posee una movilización limitada, y que por lo tanto pasa mucho tiempo en cama, requiere mucha más atención y cuidado. Igualmente se debe hidratar la piel constantemente, realizarle cambios de posición cada 2 o 4 horas, para evitar la aparición de ulceras por presión.
Si utiliza pañales, es importantísimo que se cambien periódicamente para mantener seca esta zona, mantener lo más aseado posible y colocar cremas de barrera. Las cremas de barrera tienen funciones como evitar la irritación, la picazón que los pañales y el calor podrían ocasionar, el enrojecimiento y la resequedad.
A la hora de dormir, se debe procurar que la
ropa no quede tallada, que tanto la ropa de dormir como la ropa de cama no
tengan pliegues para evitar lesiones, nuevamente hidratar su piel y colocar
almohadas o tobilleras, en puntos de presión, como los tobillos y la zona sacra
los cuales son más propensos a ulcerarse. Pero claro, guiado todo siempre a la
comodidad de la persona mayor.
Bibliografía
Imagen tomada de: soy vida Disponible en: https://www.soyvida.com/enfermedades/Recomiendan-mantener-la-vacunacion-en-el-adulto-mayor-durante-la-pandemia-de-COVID--19-20200622-0009.html
MedlinePlus. (2018). Cambios en la piel por el envejecimiento. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/004014.htm#:~:text=La%20piel%20envejecida%20aparece%20m%C3%A1s,la%20elasticidad%20de%20la%20piel .
Savio I. (2011). Guía de Cuidados de Salud
para Adultos Mayores. Disponible en:
https://www.bps.gub.uy/bps/file/8115/1/_guia_del_adulto_mayor.pdf
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